La medicina se conocía genéricamente como ticiotl, de donde deriva el término tícitl o tepatiani para el médico.
La cirugía se designaba como texoxotlaliztli y sus curaciones tepatiliztli. El cirujano se designaba
como texoxotlaticitl y desarrolló técnicas avanzadas en el manejo de suturas, heridas, drenaje de abscesos, fracturas y luxaciones, pterigión, amigdalitis, circuncisión y amputaciones.
La práctica quirúrgica se consideraba una consecuencia técnica del conocimiento y ejercicio médico, de modo que pensaban que el buen médico debía ser un buen cirujano, integrando la capacidad
del saber y la habilidad del hacer.
Modelo salud-enfermedad
seres celestes eran consideradas como calientes, mientras las causadas por seres del inframundo
eran frías.
Especialidades
El tepatiani era curador de la mollera, que presionaba el paladar de los niños con el fin de acomodar la fontanela; el tezoani que pintaba figuras en el cuerpo antes de realizar una sangría para curar la disentería. Otros llamados tezalo o teomiquetz se encargaban de manejar las fracturas de los huesos; tlancopinaliztli era el dentista; texiuhqui era encargado de rasurar con navajas el lugar que indicaban los cirujanos .Las parteras ocupaban un lugar preponderante.
PROCEDIMIENTOS QUIRÚRGICOS REALIZADOS
SuturasLa técnica de sutura utilizada fueron los puntos separados empleando cabellos limpios aplicando posteriormente sobre las heridas en general bálsamos, maripenda y leche del itzontecpatli, del tabaco y otras hierbas. Para las heridas en regiones especiales como la nariz, la suturaban con cabellos y aplicaban sobre los puntos miel blanca mezclada con sal. Para las heridas de labio usaban la misma técnica de sutura, aplicando sobre ella savia del maguey llamada meulli .
Manejo de heridas
Denominaban a las heridas tlacocolli y desarrollaron un completo sistema de clasificación relacionado por un lado con los instrumentos causales, generalmente las armas de guerra como flechas, lanzas, macanas, hondas para lanzar piedras, dardos lanzados con tiradera, picas largas y espadas de madera con filos de obsidiana. heridas leves de la cabeza o las producidas por instrumentos punzo cortantes recomendaban lavarla con orina caliente y aplicar una penca de maguey asada sobre la lesión, agregando sal y cubriendo con un lienzo, este tratamiento lo aplicaban dos o tres veces al día.
PRIMER GRUPO
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temotzoliztli heridas superficiales o rasguños tlaxoteualiztli heridas cortantes
continuas;
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vitztli heridas de espina;
teixililiztle heridas
punzantes;
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tlaxipeualiztli heridas
contusas; tlaxilli
heridaspenetrantes causadas por lanza;
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teputzonalitli las heridas cortantes en general.
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SEGUNDO GRUPO
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quecheotonaliztli a las heridas de la cabeza, de las cuales llamaron
tequatzayaliztli si eran contusas causadas por piedras;
tequatepapacholiztli, heridas en las orejas;
teyacatequiliztli, heridas en la
nariz; tencotonqui, heridas en labios;
quecheotonaliztli, a las heridas
en cuello y degolladuras,
neeltepipiniliztli, heridas en el tórax.
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Drenaje de abscesos
En estos casos utilizaban una mezcla de cal con hierba del pícietl para permitir su maduración y a
continuación hacían una incisión en cruz para drenar la pus, posteriormente lavaban con orina, aplicando después ocótzol.
Manejo de fracturas y luxaciones
Utilizaban dos maniobras fundamentales: la extensión y la coaptación. Una vez lograda la alineación se procedía a la aplicación de emplastos consistentes y pegajosos con raíz de acotle y tuna sobre la lesión, los cuales al secarse se endurecían, luego usaban plumas y un lienzo para cubrir y acojinar la parte afectada, finalmente, alrededor y siguiendo en eje longitudinal del hueso aplicaban cuatro tablillas llamadas vapaltontli que sujetaban a la piel con cuatro cintillas. Este tratamiento se mantenía durante veinte días permitiendo durante este periodo la consolidación de la fractura.
Para las fracturas desplazadas y complicadas con defectos en la consolidación, exponían nuevamente la fractura, reavivando por raspado sus extremos e introducían en el canal medular una varilla de ocote fijándola y luego se volvía a manejar con la técnica ya descrita.
Las luxaciones eran manejadas por cirujanos especializados llamados tezalo. Para la reducción de luxaciones de manos y pies hacían compresión en la zona afectada continuando con extensión forzada hasta conseguir su alineación, para la inflamación que la acompaña molían las raíces de cocolpatli aplicándola de dos a cuatro veces al día. En caso de que los signos inflamatorios persistieran realizaban una sangría.
Manejo de pterigión
Los cirujanos indígenas que ejercían esta especialidad eran los teixpati, los cuales conocían y clasificaban las enfermedades de los ojos en relación con la estructura afectada como los parpados, la conjuntiva, córnea y el cristalino. Su tratamiento era quirúrgico mediante la incisión de la membrana conjuntival afectada, tracción con una espina, aplicando después leche de mujer, mezclada con el jugo de la hierba chichicaquílitl y la savia de la raíz de la hierba yiztaquíltic, de esta manera desaparecían las lesiones.
Manejo de amigdalitis
Su manejo era quirúrgico; la técnica consistía en realizar una incisión sobre ellas “hasta la raíz” y después de extirparlas aplicaban piciete molido mezclado con la yerba llamada yietl con sal, aplicándolo caliente; cuando en el lecho amigdalino aparecía el exudado fibrinoide “la carne se fuere pudriendo” se tomaba una penca de maguey secada al sol, después pulverizada se aplicaba en el lecho
Circuncisión
Se denominaba texipincuayotlquiliztli y la realizaban a los recién nacidos en ceremonias rituales durante la fiesta de Huitzilopochtli.
Amputaciones
Éstas fueron las cirugías mayores realizadas por los cirujanos indígenas y cuando era supracondílea en el muslo le llamaban tlanquatepuntic; las del brazo mantepultic y las desarticulaciones se designaban como nitetzatzayaua.
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